domingo, 13 de noviembre de 2011

El Concejo de Delegados se construye con todos y desde abajo!

Hoy, nos encontramos en la etapa final de un proceso que se ha postergado desde el 2008. La necesidad de replantear la organización política de la escuela logro su climax el año pasado cuando “Chancho” logró superar en votos al actual presidente del CEAP. Transitamos largos años de una alta desidia política, con un bajísimo nivel de participación en asambleas (y hasta en un año la desaparición de ellas y la coaptación de la toma de decisiones políticas en el pleno CEAP) lo que nos llevaron a un activismo esporádico y reaccionario a las coyunturas.

Seguido, durante este año de movilizaciones hemos experimentado un aumento considerable de la participación, junto con la revalorización de las asambleas generales como espacios de discusión y dirección política. No obstante, nos queda un gran camino que recorrer como comunidad en la construcción de un proyecto político para la escuela, más sólido y participativo.

El Congreso CEAP, sustentado en la participación de compañeros con diversas ideas y opciones políticas analizó y diagnóstico las principales falencias de la organización política, replanteando así la orgánica de nuestro centro de estudiantes y sus principios, permitiendo aclarar los principales acuerdos y, sobretodo, los disensos en torno a las dos propuestas de orgánica que se manifestaron durante las discusiones, considerándolas no completamente excluyentes. Este proceso desembocó finalmente en un referéndum que dio el corte definitivo a una nueva democracia en nuestra Escuela.

Ganó la opción más cercana a una “democracia directa” (salvaguardando las distancias con una real democracia directa) y esto no nada más que el reflejo de un prolongado declive de la actual orgánica, sumado a la animosidad que surgió con las asambleas durante los últimos meses, espacio donde pudimos constatar diversas formas de tomar por nuestras propias manos un proyecto político para nuestro escuela, sin embargo, aún queda mucho para poder concretarlo.

La opción del Concejo de Delegados no era el voto a este Colectivo en particular, nosotros ni ningún grupo político organizado gana algo con un Concejo de Delegados. Lo que deviene de esta votación es el llamado a construir una escuela diferente, ya no bajo las lógicas de la representación y su correspondiente delegación de la responsabilidad política en los dirigentes, sino que a partir de todxs y cada unx de nosotrxs.

Tener un espacio de organización política como el Concejo de Delegados es un llamado a la transformación de la participación en la escuela. Es necesario romper las cadenas de la desidia política y entender que bajo este nuevo escenario es responsabilidad de todxs los miembros de nuestra comunidad tomar la escuela en nuestras manos. Ya no podemos esperar sentados a que un grupo de aptos dirigentes nos traigan las propuestas de movilización, de acción política en la escuela. Es un llamado a pensar nosotros la Escuela, diariamente y constantemente. Ya no hay lugar para ser reaccionario y la participación esporádica. Es necesario comprender la participación más que como un derecho, como una responsabilidad y una oportunidad de construir una escuela más participativa y proactiva políticamente. Este proceso incluye la politización de los espacios, atreviendose a pensar la escuela y proyectarla, ya no como una unidad académica más de la Universidad de Chile, sino como un lugar de formación de personas y profesionales, como una plataforma política de nuestras inquietudes, de nuestras acciones. 


El proceso no está concluido, faltan afinar detalles importantes sobre cómo esta nueva forma de organización se aplicará a nuestra escuela, y aún es posible participar e incluirse en este proceso. Debe hacerse el llamado a la sesión de una última plenaria del congreso, donde se zanjen los últimos detalles de la propuesta de estatuto, antes de su ratificación final en un plebiscito. Pese a la poca participación en el proceso del Congreso CEAP, aún estamos a tiempo para incluirnos en la discusión para consolidar la forma en que nos organizarnos políticamente al mediano plazo.
 
No nos es de extrañar que quienes manifestaron su posición contraria al Concejo, los mismos que nos llevaron a un estado inorganicidad extrema, hagan el llamado a boicotear el plebiscito, pasando por alto la decisión mayoritaria de nuestrxs compañerxs.  

Es necesario recalcar que el cambio del Estatuto no lo es todo, es más, se puede convertir en palabras muertas si no viene acompañado de un cambio en nuestras consciencias, en saber que cada unx de nosotrxs es esencial en la constante construcción de nuestra Escuela. Es necesario que todos trabajemos una nueva cultura participativa, tolerante y respetuosa, que sepa utilizar las asambleas como espacios de discusión y busqueda de consensos, y no como ratificador de algunas ideas. Es tiempo de que los que aún no sacan la voz puedan hacerlo. Esto parte por comprender la nueva forma de construir un proyecto político inclusivo del estudiantado en general.
 
La participación real, constante y efectiva dista mucho de ser mera fiscalización de los nuevos cargos, los nuevos cargos no serán NADA sin que nosotrxs nos comprometamos a ser parte activa de la Escuela. Los grupos políticos, los pensamientos individuales, lxs discolxs, lxs disidentes, lxs calladxs, lxs habladores, absolutamente TODXS son necesarios para darle contenido y dirección a las asambleas y que así el Concejo de Delegados cumpla su simple misión: gritar la voz del estudiantado.

 
Un abrazo a todxs!

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