lunes, 19 de septiembre de 2011

MOVILIZACION EN SU SEGUNDA FASE: RECOMPOSICIÓN Y LUCHA!


“[Sobre la Universidad] que se pinte de negro, que se pinte de mulato (...) que se pinte de obrero y de campesino, que se pinte de pueblo” 
Ernesto Guevara


            La actual coyuntura, a sus ya 3 meses, representa sin lugar a dudas uno de los escenarios más difíciles que más nunca nos imaginamos. 

Elementos diferenciadores, fortalezas y debilidades

En análisis pasados destacamos dos características principales del movimiento estudiantil, su masividad y creatividad, situación a la que nos fuimos acostumbrando con el pasar del tiempo y hoy nos lleva a preguntarnos: ¿de tanto crear y sacar a la calle cientos de miles de personas, aún le quedan movimientos al bloque dominante? La respuesta es un SÍ rotundo. No se ha sabido poner en jaque al gobierno, más allá de la representación muestral (insuficiente) en las encuestas CEP, ADIMARK y otras más, situación que nos tiene a 3 meses de un paro, pero que sin embargo incorpora tramo-a-tramo nuevos elementos que complejizan su escenario y cuya fuerza en la calle sigue manteniéndose. 

Es cierto, la manifestación social como forma de movilización ha salido del tabú en el que se encontraba, hoy es legítima y plausible, y aunque sus alcances no son dimensionables en el corto plazo, si lo son el ánimo de romper la cooptación (institucional o partidaria) a la que se está acostumbrado que ha llevado a un control constante hacia las dirigencias y un rechazo rotundo a (re)tomar el diálogo con el Gobierno.  Valoramos sin lugar a dudas el ánimo que no ha decantado según el espíritu clásico, mucho más valoramos la crítica al modelo educativo que hoy se expresa en nuestras carreras y facultades, fortaleza es, pero creemos que no es suficiente. 

Para todos el 4 de agosto marcó un antes y un después en las movilizaciones, sin embargo la coyuntura ha estado marcada por innumerables “hitos” que han vitalizado de una u otra forma a la movilización. Destacamos lo anterior entendiendo que no ha sido una fase programática ni pasos a seguir por nosotros que nos han hecho impulsar la movilización, sino la emocionalidad misma, situación que ha logrado sumar a nuestro activo más cercano, a aquellos que tienen algún grado de relación con el mundo estudiantil terciario (situación que no es expresa en los sectores marginados). El activismo sin conducción es hoy la forma que ha asumido la movilización, situación que no es sostenible en el tiempo si de ganar queremos. 

Existen 3 elementos que consideramos falencias de esta movilización: 1) el discurso imperante contra “la clase política”, que curiosamente se gesta en la cuna del progresismo y el autonomismo, cuya aproximación a posiciones apolíticas y con afanes de dispersión ideológica por parte de las bases nos parece peligroso; 2) hoy lo popular es entendido como una exterioridad al modelo educativo, sin embargo no se hace el análisis que el “hijo del obrero” sí está inserto en el modelo, endeudado y precarizado pero está, y; 3) existe claramente falta de proyección y se tomado una posición defensiva en espera de lo que dicte el bloque dominante, neo-conservadurismo que nos hace querer mantener un status quo movilizante. 

Las viejas alianzas y el embate de la cooptación

Los fallidos intentos de cooptación por parte del Gobierno y la Concertación a secas, ha provocado un problema endógeno, la búsqueda de actores que dinamicen la coyuntura y oxigenen el movimiento en busca de una salida al conflicto estudiantil. En este escenario es donde se montan dos actores: La CUT y la Concertación. 

La CUT (y sus satélites ANEF y CONFUSAM) se incluye a partir del paro convocado para los días 24 y 25 pasados, situación a partir de la cual proclaman el “Gran Acuerdo Social por la Democracia en Chile”, simil del GASE, pero cuyo plan de reformas están tuteladas por las consignas de “no más exclusión” y “mejor y más democracia para Chile” (ambas pertenecientes al bloque estratégico: Concertación/PC), cuyo parangón lo tenemos en la derecha al expresar: “debemos cuidar la democracia que conseguimos ganar”. Básicamente se propone adosar a las reformas educativas un paquete de reformas al sistema político, de orden electoral y de toma de decisiones en la escala micro (¿les suena el plebiscito?). 

Por otra parte, la Concertación a mirado al movimiento social como la forma de obtener cohesión en su bloque opositor, y desde nuestra perspectiva, como el actor llamado a canalizar el movimiento social en la expresión parlamentaria del mismo. Ignacio Walker declara: “el Gobierno debe ser capaz de escuchar a los dos actores que harán viable cualquier reforma educativa y social, los actores sociales y la oposición”. Su papel ha sido a la cabeza de los movimientos sociales, y es lo que trata hoy, manteniendo un empate relativo en el parlamento como amenaza a la Alianza y obteniendo legitimidad por diferenciación aparente del bloque derechista. 

Como enfrentar de mejor forma: qué elementos potenciar

Recordémoslo, es una coyuntura, expresión de un conflicto subyacente, la instauración de un sistema clasista. Ante el anterior análisis, existen elementos que permiten potenciar un dinamismo del escenario político que vivimos, y que en sumatoria posibilitan la movilización en próximas coyunturas.

Hoy debemos consolidar lo avanzado. La creación de los espacios de discusión y participación deben superar lo coyuntural y prolongar su campo de acción en nuestro diario vivir de universitarios. Un proyección posible es la apuesta a construir proyectos públicos de carreras, desde lo popular. 

El mantener una posición consecuente, con una sólida posición revolucionaria y de corte anticapitalista quizá puede sonar abstracto, setentero o de gilipollas, sin embargo, hoy en el avance de la develación de las contradicciones del modelo de sociedad, se hace necesario pensarlo y sentar las bases para su construcción. Cuestionar el modelo de sociedad es un paso necesario en nuestra praxis. 

Y por último, en nuestra cotidiana lucha debemos extirpar cualquier lógica lucrativa y mercantil de raíz, en su justa radical. Entendemos que lo mercantil se manifiesta, tristemente, en los amplios márgenes de nuestra vida, por ello el respeto, la solidaridad son fundamentales, así como la lucha por cada explotado y marginado. 



¡Pues sí, la necedad parió con nosotros!

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